martes, 27 de mayo de 2008

Marilyn


Últimamente estoy viendo varias películas de Marilyn Monroe gracias a que nuestro canal autonómico ha tenido a bien concedernos un ciclo de esta actriz. La mayoría las había visto, otras me resultaban desconocidas, y las demás lo seguirán siendo pues no entran en el repertorio habitual de las televisiones.

Mi impresión, en todo caso, es que Marilyn sigue llenando la pantalla, y no sólo por sus exhuberancias anatómicas, sino por un particular don para encantar el celuloide. No es un encanto, claro está, parecido al de Audrey Hepburn, que era la mirada y la gracia; tampoco es la elegancia femenina de Jean Simmons (otra de mis preferidas). El encanto de Marilyn es mucho más carnal, pero no sólo eso, porque de lo meramente carnal se acaba uno aburriendo. Con las otras dos actrices conformaría una mujer imposible, lo que confirma que el universo mujeril es el país de nunca acabar (de fascinarse).

Como actriz, Marilyn sigue ocupando un lugar muy inferior al de su mito. Pero creo que el cine no hubiera sido lo mismo con ella, que las películas que protagonizó hubieran sido otra cosa o no hubieran existido, que fue inspiración de hombres (o de machos, para entendernos), y por eso quizá al resultado no se lo llama poesía. De deportistas a intelectuales, los hombres no fueron más que hombres al caer rendidos ante ella.

Murió triste, hueca y desesperada, mientras su belleza aún era lozana, aunque a saber lo que ella tenía en su cabeza. Dejó una película incompleta, como diciendo que su personaje no estaba acabado, que de esta rubia no se cansaba nadie, salvo ella. Empezó desnuda en un calendario, pero el cine la vistió con sus mejores galas, y el tiempo no pasa por aquello que tocó, que continúa cautivando porque ella aparece.

7 comentarios:

laura dijo...

Aunque no sea mi actriz favorita (me cansa el aire bobalicón que siempre la acompaña), reconozco que es una mujer impresionante, muy femenina y con mucha gracia. Además sus películas suelen ser muy divertidas, en la que vimos ayer (cómo casarse con un millonario), está especialmente simpática.

La foto es todo un reclamo ¿Eh?

Stepario dijo...

Hay que vender el blog como sea...

Ángel dijo...

Propongo que, para que este blog recupere la lozanía de antaño y abandone el tono circunspecto que nos ofrece hoy, la próxima entrada hable sobre apostasía.

Andaaa...

laura dijo...

O Sobre laicidad y laicismo.

Stepario dijo...

Me resulta extraño que una entrada sobre Marilyn mueva a reclamar otra sobre la apostasía, cuando solamente induce a creer...

De todas formas, todo se andará, también la laicidad.

Marta dijo...

Ya veo que vuelves a tus viejas tácticas de captación de personal con eso de las fotos de mujeres exuberantes...pues me está dando un tufillo de discriminación de género, que yo no te digo nada, pero a ver si pones a algún "machote buenorro" de vez en cuando, que todo el mundo tiene derecho a recrear la vista un poco...

Si te soy sincera la Mariliyn nunca me ha hecho mucha gracias, y reconozco que tiene buenas pelis, entretenidas y agradables de ver, pero es que siempre me parece estar viendo la versión glamurosa y americana de Sara Montiel, y que nadie se ofenda, pero es que da una imagen de cabeza hueca, casi el prototipo ese de rubia guapa y tonta...

En fin, sé que no es una opinión muy acreditada, pero no lo puedo evitar.

Stepario dijo...

No me puedes acusar de esas cosas. Primero, porque si hablo de Marilyn, no tengo opción que poner una foto así. Segundo, porque ya puse una foto de Charlton Heston en Ben-Hur que cumplía tus requisitos. Tercero, si todas mis intenciones fueran esas, habría puesto hoy una foto de Pilar Rubio, y no de esas dos pringaíllas.

Y Marilyn fue mucha Marilyn. Y será.