domingo, 17 de febrero de 2008

Juno


Esta película gira alrededor de una chica de 16 años (interpretada por Ellen Page, que en la vida real cumple 21 esta semana) que se queda embarazada. Lo que podría plantearse como un drama con rápido desenlace, de lo más habitual en nuestros días, se alarga… nueve meses, con un optimismo y unas ganas de vivir que no se cierran en ningún momento.

No es una comedia del estilo de Little Miss Sunshine, como algunos la han querido vender para aprovechar el tirón de aquella por el hecho de que también es cine «indie». Pero no deja de ser divertida, mejor, simpática, pero no chistosa, y muy inteligente. Los actores han sido elegidos con acierto, y en el caso del noviete, además bien disfrazados. Ellen Page, la protagonista, que ya sorprendió haciendo del lobo disfrazado de caperucita en Hard Candy, está formidable, y, como se suele decir, la cámara está enamorada de ella. Desde mi punto de vista tiene un algo de Janeane Garofalo puesta a dieta, unos ojos muy expresivos y una sonrisa curativa.

La película no es moralizante, es más, se ríe un poco de esa actitud. Simplemente muestra lo que debería ser lógico, la asunción de responsabilidad de quien se va a convertir en madre, aunque no lo haya previsto ni deseado, ni tenga aparentemente madurez ni medios para hacer frente a ello. Curiosamente, aquí son más inmaduros algunos adultos que no se ven como padres, aunque estén casados, por la sencilla razón de que no han madurado su deseo. Pero el error actual es creer que un hijo debe ser el resultado de una búsqueda consciente y premeditada, cuando es un don que, venga como venga, se debe recibir con generosidad y responsabilidad.

Me he quedado con una frase del final de la película, cuando ella le confiesa al novio su admiración por él, porque es bueno sin esforzarse, y él responde que le cuesta cantidad. Ahora soy yo el que está a punto de ponerse moralizante.

5 comentarios:

Ángel dijo...

Creo que es la película que más referencias ha tenido en el mundo bloguil. Eres el segundo amigo que publica esta mañana una reflexión sobre ella.

Conviene seguirle la pista a Jason Reitman, porque "Gracias por fumar" moló, te pongas como te pongas.

Gran película, sí señor. Y gran frase, esa última, que a más de uno (supongo) hizo que se nos saltaran las lagrimillas.

laura dijo...

Ojala esta película coseche unos cuantos oscar.

Lo mejor, (además de ella, que está genial), la historia, con moraleja, como los cuentos que leíamos cuando éramos niños. Te enseña que siempre existe una salida, que también está la otra cara de la moneda, y que se puede ser adolescente, y además madura y un poquito responsable de tus actos.

Veremos qué pasa la madrugada del próximo domingo.

Stepario dijo...

Habrá que ir admitiendo apuestas sobre los óscars. Yo no lo tengo nada claro este año, salvo lo de Bardem y Daniel Day Lewis.

Marta dijo...

Bueno, un poco tarde pero creo que esta peli merece un comentario porque me ha encantado.

Sobre todo porque la protagonista muestra dos características que no están muy de moda, que son la valentía y la generosidad. Porque afronta con realismo el miedo que le produce lo desconocido para ser donante de VIDA, sin achantarse ante las dificultades y tratando de buscar la mejor respuesta para el bebé que se está gestando en ella y que le reclama sencillamente lo natural, que es salir y ver la luz del mudo, tener la oportunidad de afrontar sus propios miedos, de equivocarse pero seguir siempre hacia delante, que es en lo que consiste crecer, no en borrar aquello que "desentona".

Creo que la protagonista está genial, y también su amigo-novio, sobre todo porque no cae en sentimentalismos, no busca la lágrima fácil, es sencilamente un ecuentro valiente con la realidad.

Creo que hay mucho que aprender, de esto, y sobre todo que la solución más fácil no siempre es la mejor solución.

Stepario dijo...

Y la solución más fácil no siempre resulta ser lo más fácil, ni lo más acertado. Sobre todo a la larga.