miércoles, 11 de marzo de 2009

La alegría de creer


Un estudio difundido en la prensa demuestra que los creyentes, las personas con fe religiosa, tienen más capacidad para enfrentarse a situaciones de angustia o depresión, y para superar estos trances. Se podría añadir que las personas con fe son más felices y llevan una vida más plena y estable, más rica; no lo dice el estudio, pero lo digo yo, por las personas que he conocido en mi vida.

Mi experiencia de católico es que la fe no soluciona los problemas, pero da fuerzas para afrontarlos, y esperanza en una solución. Otra cosa es que el creyente en cuestión sea incoherente y pecador, en mayor o menor medida; pero incluso en medio de la infidelidad, la fe es un plus que otros no tienen, y que abre el camino al perdón.

Personalmente dejo bastante que desear como cristiano, mis defectos e incongruencias son abrumadores, y me lamento por ello. Pero no pocas veces también pienso (con estremecimiento, o con alivio) que si no fuera por la fe de mis padres, que he hecho mía, mi vida podría ser un auténtico infierno, y yo un demonio. Evelyn Waugh, el autor de Retorno a Brideshead, y católico, dejó escrito lo siguiente: «Sé que soy horrible; pero cuánto más horrible sería si no tuviera fe». Pues eso, que gracias Dios mío por esa fe con la debería dar más fruto.

4 comentarios:

eligelavida dijo...

Creo sinceramente, mejor dicho, estoy absolutamente segura, de que las personas con fe son más felices y llevan una vida más plena. La fe nos da fuerzas para afrontar los problemas, pero ante todo, nos da la certeza de que contamos con el amor y la misericordia de Dios.

laura dijo...

Sí que es verdad, las personas que tiene una fe verdadera son, además de más felices, más buenas. Y yo, gracias a Dios, tengo cerca a muchas de esas personas, a ver si se me pega algo.

Fran dijo...

Las personas con fe además de fortaleza tienen el corazón puesto en lo seguro, en lo imperecedero, y desde luego esto hace ver las cosas con otra perspectiva.
¿De verdad serías un demonio? No me lo creo en absoluto y mira que siempre me creo todo lo que dices, pero esto no.
Si estamos hechos a imagen de Dios llevamos la bondad incorporada de serie.
El Espíritu Santo nos da brillo y esplendor. O los diablillos nos guiarán por otros derroteros. Pero determinadas personas siempre serán buenas personas.

Stepario dijo...

Un demonio tremendo, sí. Todo lo bueno que tengo es mérito de Dios. Lo demás es todo culpa mía.