He perdido la cuenta de las cosas que he hecho hoy: leer prensa, leer libros, llevar el coche a revisión, pasarme por la universidad, hacer la compra (dos veces), ver las noticias, ver una serie, reciclar basura, contestar el correo, faenas domésticas, llamar por teléfono… y preparar una lista de las cosas que haré mañana desde muy temprano.
Entre la realidad virtual y la realidad volátil, entre tantos trajines, idas y venidas, me pregunto qué es lo que queda. Antaño se hacían menos cosas, se leía menos (aunque mejor), se tenía menos información y menos compromisos. Pero lo poco que se hacía llenaba una vida, se llevaba a cabo con cuidado, tesón y… perduraba. Me pregunto cuántas de las cosas que he hecho hoy dejarán huella. Quizá debería prescindir de la mitad, o de tres cuartas partes, y hacer el resto más despacio. Abarcar menos, pero apretar fuerte. Mejor hacer una catedral que un millón de cajas de cerillas.
Y este blog está incluido, lo que no sé es dónde.
Entre la realidad virtual y la realidad volátil, entre tantos trajines, idas y venidas, me pregunto qué es lo que queda. Antaño se hacían menos cosas, se leía menos (aunque mejor), se tenía menos información y menos compromisos. Pero lo poco que se hacía llenaba una vida, se llevaba a cabo con cuidado, tesón y… perduraba. Me pregunto cuántas de las cosas que he hecho hoy dejarán huella. Quizá debería prescindir de la mitad, o de tres cuartas partes, y hacer el resto más despacio. Abarcar menos, pero apretar fuerte. Mejor hacer una catedral que un millón de cajas de cerillas.
Y este blog está incluido, lo que no sé es dónde.
13 comentarios:
¿Faenas domésticas? Es que me pica la curiosidad.
Bueno, ejem, colocar platos, ropa, pasar mopa... meter el Ala oeste en el multimedia...
esa sensación de no haber parado en todo el día, y a la vez no haber llegado a nada...
yo ya no sé cómo estirar los días en la noche, es que llega un punto en que las persianillas de los ojos son vencidas por la fuerza de la gravedad...
y sin embargo no hay sosiego
Si te sirve de algo, lo que has escrito es pura poesía.
No se me olvidará.
Qué día más bueno y te has dejado lo mejor, cuando encontraste a Laura. Si hiciéramos una catedral no nos la podríamos llevar al otro mundo.
Me he pensado mejor lo de las descargas. Hoy no podemos confiar en unas leyes justas.
Lo mejor es Laura, claro está. Pero ahí todo el mérito es de Dios.
Ya sé que tu amor por Laura es incondicional, pero considerar "¿Faenas domésticas? Es que me pica la curiosidad" como poesía me parece excesivo incluso para lo dadaístas más recalcitrantes.
Aunque me cueste reconocerlo, eso iba por Marta. Aparte de que yo veo poesía más allá de Murcia...
¿cómo que te cuesta reconocerlo? tampoco hay nada malo en reconocer los dones de tu hermana, que, bueno, de vez en cuando sienta bien escuchar algo agradable.
Tengo que encargar cuanto antes el letrerito de "ironía".
No era por no reconocerte méritos a ti, Marta, sino por quitárselos a Laura. Buf, qué supcetibles estamos todos.
Ángel, tampoco veas ironías más allá de Murcia, o no tantas.
Dejando a un lado las ironías y mi nula capacidad poética, creo que lo que perdura es esta entrada, y perdura en exceso.
De lo que no hay que dudar es de tu capacidad sarcástica...
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