lunes, 11 de diciembre de 2006

Humor


Me he planteado si este blog es demasiado serio. No sé, el humor me gusta, y de alguna manera debería reflejarse en lo que escribo, si es un rasgo auténtico, si pertenece a mi modo de ser. Claro que hay formas y formas de humor. De pequeño me atraían esos chistes sin palabras que aparecían en tebeos ya antiguos; luego se los vi también a Mingote: tipos en medio del desierto con (como) una regadera y cosas que hacían pensar al mismo tiempo que provocaban la cosquilla de una sonrisa. Es lo primero que me ocurre al ver esta obra de Chema Madoz, aunque luego se sucede la pregunta y la reflexión. Si la risa conduce a algo más profundo se convierte en una puntada que hilvana nuestra vida, y la coherencia permanece y fluye...
Anda que... más de uno estará pensando: ¿y esto es un post sobre el humor? He olvidado decir que dejo de ser gracioso cuando lo pretendo... y por eso no lo pretendo nunca.

9 comentarios:

Ángel dijo...

Mingote, Chumy Chúmez, Quino, Juan Gris... Pues menudos humoristas gráficos vamos a legar a generaciones venideras...

No te preocupes por tu blog. La tonalidad ocre, marronácea o amarronada que lo impregna excluye toda posibilidad para el internauta superficial de encontrar en ella el chascarrillo baturro y el pizpiretismo humorístico.

Stepario dijo...

Ni la burbujeante chufla. Acabáramos.

Ángel dijo...

Ahora que, bien pensado, podrías incluir en tu blog una entrada sobre la mítica frase "están escapando lentamente", pronunciada por Seymour Skinner.

Con fotografía de Chema Madoz, claro.

O de Pascual Madoz.

Stepario dijo...

Me temo que faltaría en ella ese timbre de voz inconfundible e indispensable para la gracia y la gloria de la frase. Pero yo, en homenaje, seguiré escapando lentamente.

Íñigo de Montoya dijo...

me partía de risa leyendo el artículo del humor. Desde luego no hay como una sonrisa para empezar la mañana con alegría y buen humor, y este blog lo consigue. Hacía tiempo que no reía tanto,...

Stepario dijo...

Tú sí que eres gracioso...

Íñigo de Montoya dijo...

No es que yo sea gracioso, ni siquiera graciosillo, ya que eso se lo dejo a los grandes mitos del humor (arriba se mencionan a algunos con demasiada ligereza). Tampoco se trata de una cuestión de cantidad, sino de calidad, lo que pasa es que es este planeta que estamos terminando de destruir (no sea que le quede algo a nuestros hijos) o nos tomamos la vida con un poquito de humor (pero que no sea malo como el tuyo) o esto va a ser un continuo velatorio. A propósito, una cosa es el humor inteligente (homenaje a esos genios Les luthiers) y otra cosa es que de sea más inteligente que gracioso, perdiendo la simpatía a cambio de la verborrea, como os pasa a algunos demagogos de la expresión, que no todos somos como Dickens, amigo sancho.

Stepario dijo...

Querido De la Barca: agradezco tus críticas, pero ya dejé claro en el post que el humor no es el objetivo de este blog, y si aparece será como artista invitado o por accidente. Cierto que hay una propensión a la verborrea que ahoga la risa, pero también te puedes reír por ello. En cuanto a dejar abierto el tema a comentarios, eso ya es asunto de cada cual, y la prueba es lo que ha ocurrido aquí.

Ángel dijo...

Con la ligereza que imponían las circunstancias, Sr. de la Barca.

Si algún día se cruzan nuestros caminos, le retaré a cantarme las arias de la Cantata Laxatón o, si lo prefiere, a interpretar a dúo el Canon Escandaloso, no por más cortito menos resultón.

Quede.