jueves, 4 de septiembre de 2008

Películas del verano


Coinciden los críticos en que éste ha sido un verano de cine inusualmente bueno, con películas que pueden competir por los óscars con merecimiento, y que además tienen una calidad contrastada. Yo he visto tres, y voy a comentar brevemente cada una:

Hancock: peli de superhéroe, y peli de Will Smith. Ambos detalles me atrajeron al cine. Es una pena que la publicidad previa quite la sorpresa de algunas escenas estupendas, y hay que reconocer que lo mejor de la película es el planteamiento, original y divertido. Luego la historia sale por donde uno menos se lo espera, y parece otra película. Pero así y todo está bien, los actores son buenos y los efectos especiales contundentes.

El caballero oscuro: la segunda parte no defraudó después de la grata sorpresa de la primera (no cuento anteriores “batmanes” porque esta es una senda diferente, la de Christopher Nolan). Y no sólo no defraudó, sino que alcanzó cotas muy altas de profundidad –valga la paradoja- en todos los aspectos, dejando la sensación de haber visto un peliculón –cuando fui el día del estreno, hubo aplausos, y eso no es corriente-. Toda la propaganda ha girado en torno al personaje de Joker, interpretado por el fenecido Ledger, y que resulta inquietante por su nihilismo absoluto –no sé si acierto con el término o si suelto un pegote-, aunque hay otros personajes estupendos, muy bien interpretados, y una historia de clímax continuo o sucesivo que te deja sin resuello, y un final bueno, o varios finales buenos, en el mejor sentido de la palabra.

Wall-E: a la historia de este robotillo la han calificado casi todos como obra maestra. La distancia y el tiempo nos lo dirán. Pero desde luego es emocionante, técnicamente perfecta, divertida y triste, dura y tierna, elegante y sucia, fría y calidísima, grandiosa e íntima,humana y artificial. Todo cabe, y todo está perfectamente encajado. Es tan buena que no se atreve uno a decirlo con la boca llena, para no romper el encanto.

Espero que el otoño no desmerezca.

4 comentarios:

laura dijo...

Desde luego Wall-E ha sido la mejor. Siendo un robot, Wall-E es extremadamente tierno y entrañable, te tiene todo el tiempo con un nudo en la garganta. Además la película es diferente y absolutamente ingeniosa, especialmente la primera parte.

Ángel dijo...

A mí me pareció entrañable e ingeniosa la primera, la segunda y la tercera parte, que nunca fue buena.

Y ahora, para finalizar, un smiley que simboliza lágrimas de emoción:

:_)

Stepario dijo...

Buena lágrima, sí. Ya veo por dónde irán los tiros para el ranking de este año, y nuevamente Pixar va a ocupar un lugar importante. Es para pensarlo.

Nosotros anoche, como homenaje a la levedad, vimos "27 vestidos". Tiene un momento central bueno, con los protagonistas desmadrados cantando "Benny and the jets"; creo que la idea se inspira en "La boda de mi mejor amigo", pero me gusta más aquí (será porque no hay guiño gay).

laura dijo...

A decir verdad el homenaje a la levedad es una concesión hacia mi persona, pues tengo cierta debilidad por las bodas (como Dios manda, claro), y por la parafernalia ceremoniosa que las rodea, que, aunque sea absolutamente prescindible, me resulta encantadora.