viernes, 11 de enero de 2008

El mundo de Grey



Veo esporádicamente la serie «Anatomía de Grey», y cuando la veo el sentimiento más frecuente es la sorpresa. Supongo que es lo que pretenden sus guionistas, como los de cualquier culebrón televisivo, aunque mi sorpresa va por otros rumbos.

A mí me asombra que esta serie, que recrea las peripecias, tanto médicas como sexuales, de un grupo de jóvenes residentes en un hospital estadounidense, muestre una realidad en la que priman la volubilidad, los instintos primarios, el egoísmo, la envidia, la inmadurez y la irracionalidad. Pero el otro asombro con el que se encadena éste es el que cree entrever que la realidad social no se aleja demasiado de la televisiva, aunque no sepa quién imita a quién, o si es un feedback continuo.

Desde mi punto de vista, es como si alguien hubiese llegado a una guardería y hubiese disfrazado a los niños de médicos, al tiempo que los hubiese dotado de una carrera de seis años, una cuenta en el banco y unos genitales más efervescentes que una gaseosa. Me parece que el resultado sería parecido a lo que muestra la serie, incluso parecido a lo que la sociedad en la que vivimos nos enseña cada vez más.

Me temo –y cuando digo temo, hablo de miedo– que el mundo en el que habito es cada vez más extraño para mí, y se me atraganta; o yo soy cada vez soy más un cuerpo extraño para él, y me expulsa a los arrabales. Tampoco es que creyera ni mucho menos que viviese en los mundos de Yupi –Dios me libre–; pero resulta que vivo en el mundo de Grey, y eso no me gusta tampoco, porque es lugar de gente infeliz, pueril y desquiciada.

Aunque si quiero deprimirme de verdad, todavía tengo la versión española de la historia.

12 comentarios:

Paloma dijo...

Muy bueno tu comentario Stepario. Me parece que has exptresado de una forma muy clara lo que pensamos unos pocos (no estás solo). Yo también me asusto cuando algún día he parado de zapear un rato y me he encontarado con esta serie. Ojalá el mundo no esté tan podrido como lo pintan, pero me temo que está sirviendo de modelo a aquellas personas que no ven más allá de su aparato de televisión.

Stepario dijo...

La tele es el nuevo oráculo de Delfos para millones de personas. Sobre todo, sus series modelan nuestra educación sentimental, y es para echarse a temblar si vemos cuáles tienen más éxito: House (la soberbia y el desprecio del hombre), Cuéntame (la falsificación histórica), MIR (la vaciedad de los mejor preparados), Los Serrano (la idiocia de una familia zapateril), Sin tetas nno hay paraíso (carnaza como reclamo)... Esto por no hablar de los realitys: el analfabeto y su instinto convertidos en espectáculo.

Y podría seguir, pero lo dejaré ahí.

Ángel dijo...

No sé si coincido plenamente con tu último comentario. Es más, sí sé que no coincido plenamente con tu comentario, si es que lo he sabido interpretar como se merece.

En cualquier caso, siempre nos quedarán las series de fantasía y ficción (no sólo las de fricción). Véanse "Lost", "Heroes" y similares.

Stepario dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stepario dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Stepario dijo...

Tu ausencia de comentario sobre mi comentario (¿cuál?) con el que no sabes o sí sabes que no coincides me deja en ascuas, o sea, calentito.

Cierto que hay algunas cosas buenas, pero si no me equivoco, todas vienen de allende los mares.

A mí lo que me preocupa es que miro a mi alrededor y veo que lo malo cala.

laura dijo...

La china de la serie es de las personas más feas y desagradables que he visto nunca.

Grey está como una cabra, vive en un desequilibrio emocional constante.

Omali es un imbécil (con perdón), es torpe e indeciso, y tiene una cara de tonto que no puede con ella.

Aun así veo la serie, creo que voy a tener que reciclarme.

Ángel dijo...

Bueno, "Lost" y "Heroes" son norteamericanas, sí.

No veo series españolas, me parecen auténticos excrementos.

Salvo La hora chanante, adalid del humor inteligente, claro.

Fray Guillermo dijo...

¿Qué pasó con 7 vidas? ¿Aida? ¿Curro Jiménez? (no, esa no) ¿Aquí no hay quien viva? Señores (y señoras) creo que confundías calidad con valores humanos. Ciertamente las series del norte de Rio GRande disponen de unos medios que no los tienen las de la España Cañí, pero como gran aficionado a Perdidos, he encontrado en la misma: egoísmos, infidelidades, traiciones, mentiras, más infidelidades, otras cuantas mentiras y yo qué sé qué mas. Moralmente no será lo mejor, pero la verdad es que me intriga, me entretiene y me divierte.

Fray Guillermo dijo...

Y otra serie que me causa aún más asombro: House. Es alucinante lo que nos alucina este médico borde, yonki, sucio, racista y yo qué sé qué más. Me gustaría que nos tocara uno así en la SS y verás qué risa (alguno quizá lo tenga). ¿Se le permite todo porque resuelve casos difíciles? ¿Lo politicamente incorrecto nos atrae? o peor ¿no estamos fomentando el derecho del enemigo?

Fray Guillermo dijo...

que conste que he escrito porque en la foto sale grey, que mola, aunque prefiero a la otra rubia (lo siento, no sé como se llama).
Y de MIR no hablo porque lo vi una vez y vomité, lo siento.

Stepario dijo...

La rubia de Grey se llama Catherine Heigl, y sí que es más guapa que la otra, donde va a parar. Y ni se nos ocurra compararla con la china, más fea que pegarle a un padre.