jueves, 23 de abril de 2009

Retorno a Brideshead


“No poseemos nada con certeza, excepto nuestro pasado”. Estas palabras las pronuncia Charles Ryder, el protagonista de Retorno a Brideshead, la famosa novela de Evelyn Waugh, que acabo de leer con avidez. Es cierto que la incertidumbre impregna la novela, no sólo por la inseguridad de los personajes, sino porque nunca se sabe muy bien lo que va a ocurrir a continuación.

Pero hay otra perspectiva, desde la que sí se sabe, y es la de la gracia divina. Justamente el autor confiesa en el prólogo que su intención era ilustrar la actuación de la gracia, y vaya si lo logra. En las ocasiones en que se habla de religión (de la católica, para ser más precisos), los personajes muestran prejuicios, equivocaciones y aversiones a esta fe; pero, no obstante, siempre se tiene la sensación de que estos seres de ficción, dotados de cualidades y dinero, no parecen saber de lo que hablan, y que sus a menudo hirientes ataques al catolicismo no consiguen siquiera arañarlo. La forma en que Waugh consigue mostrarnos esto es sutil e inteligente, y en eso logra reflejar a la realidad.

Al final todo se resuelve como en la vida, de una forma a la vez lógica y sorprendente. Con la lógica y la sorpresa que siempre acompañan a la intervención de la gracia de Dios en la vida de los hombres.

5 comentarios:

Ángel dijo...

¿Por qué esa novela me resultó a mí más amarga que al resto de la humanidad? ¿Acaso soy yo? ¿Acaso es la amargura la nota predominante en mi carácter? ¿Acaso si nos pincháis no sangramos?

laura dijo...

Ahora toca ver la serie, ¿no?

Me alegra que te haya gustado la novela, la incluiré en mi lista para el verano. Además tienes mucho mérito por las condiciones en las que has tenido que leerla.

Stepario dijo...

Vale, mercader de Venecia, no te me pongas trágico. Eres tú, sin acasos.

Sí, Laura, a mí sí que me han pinchado y he sangrado. Aunque quizá te referías a los vecinos del hospital y sus troglodíticos modales...

Fran dijo...

“No poseemos nada con certeza”
Deberíamos tenerlo presente cada día.
Y también que nos puede llegar lo inesperado
como dices que ocurrió al final de esa novela.
Parece ser que la película no hace honor al libro de Evelyn Waugh.
Espero que estés bien y no te pinchen más.

Stepario dijo...

Gracias, Fran, ya estoy mejor. Y lo que voy a hacer es ver la vieja serie de Jeremy Irons.