Después de la LOGSE, Bolonia. Me recuerda a la famosa frase de Luis XV: «Después de mí, el diluvio». Y vaya si diluvió sobre su hijo y demás descendientes. Pues no digamos de los educandos de mañana y la posteridad. Pero, antes de seguir despotricando, unas palabras de Francisco Rodríguez Adrados, de la Real Academia:
«La enseñanza secundaria se convierte a pasos agigantados en primaria y aun así crece el fracaso escolar. Y, en la enseñanza superior, la propuesta de Bolonia -un pequeño grupo impone su voluntad- consiste, en suma, en rebajar la Universidad al nivel de la enseñanza secundaria y sacrificarlo todo a la tecnología. El Conocimiento no interesa. Quedan el primarismo pedagógico y el especialismo».
Quien se dedique a la enseñanza hoy puede constatar que lo peor no es que los alumnos, incluso los universitarios, ignoren la Gramática, desprecien la Historia o estén ayunos de buenos modales; lo peor –y eso también es fruto del sistema– es que creen hablar claro, saberlo todo y tener siempre la razón. Son peores que los analfabetos antiguos, que al menos podían reconocer y respetar a los letrados, y peores que los menos cultivados que todavía afirmaban que «doctores tiene la Iglesia».
Por desgracia, de esto no tengo nada bueno que decir.
«La enseñanza secundaria se convierte a pasos agigantados en primaria y aun así crece el fracaso escolar. Y, en la enseñanza superior, la propuesta de Bolonia -un pequeño grupo impone su voluntad- consiste, en suma, en rebajar la Universidad al nivel de la enseñanza secundaria y sacrificarlo todo a la tecnología. El Conocimiento no interesa. Quedan el primarismo pedagógico y el especialismo».
Quien se dedique a la enseñanza hoy puede constatar que lo peor no es que los alumnos, incluso los universitarios, ignoren la Gramática, desprecien la Historia o estén ayunos de buenos modales; lo peor –y eso también es fruto del sistema– es que creen hablar claro, saberlo todo y tener siempre la razón. Son peores que los analfabetos antiguos, que al menos podían reconocer y respetar a los letrados, y peores que los menos cultivados que todavía afirmaban que «doctores tiene la Iglesia».
Por desgracia, de esto no tengo nada bueno que decir.
2 comentarios:
Yo me quedé en la EGB y me pierdo con las reformas de la LOGSE. Tampoco entiendo (o no quiero entender) la propuesta de Bolonia. Pero lo que sí sé es que ahí tienes, por ejemplo, a mi madre, que sin estudios universitarios, sabe más que mi hermana y yo juntas de Geografía o Historia, y tiene una cultura general que ya la quisiéramos para nosotras. Digo yo que será por algo.
Seguramente es porque nosotros somos modernos, y sabemos que la incultura nos libera...
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