Tal día como hoy, hace una semana, nos manifestamos unos cuantos en Madrid, en defensa de la vida y contra el crimen del aborto. He tardado en referirme a ello, estoy liado con mil tareas, pero no es algo que se pueda dejar pasar.
La cosa es grave, y parte de su gravedad estriba en la anestesia, desinterés o complicidad de buena parte de la sociedad. Ya lo dijo Julián Marías, y se ha repetido mucho: lo peor de todo es la aceptación social del aborto. Puede que esto esté cambiando lentamente –en EEUU se dice que hay más concienciación–, pero en España parecemos empeñados en adentrarnos todavía más en la barbarie. Es culpa de un Gobierno miserable –que conste que me dan igual las siglas– y de una sociedad pasiva. No podemos quedarnos quietos, es preciso ABOLIR EL ABORTO. Como se hizo con la esclavitud en su momento, no se trata de algo de menor trascendencia.
Se trata de una tarea heroica, que implica el compromiso de todos los ciudadanos dispuestos a luchar por lo que es justo y contra lo que es inmoral. Juan Manuel de Prada lo ha expuesto muy bien, y a sus palabras me remito.
La cosa es grave, y parte de su gravedad estriba en la anestesia, desinterés o complicidad de buena parte de la sociedad. Ya lo dijo Julián Marías, y se ha repetido mucho: lo peor de todo es la aceptación social del aborto. Puede que esto esté cambiando lentamente –en EEUU se dice que hay más concienciación–, pero en España parecemos empeñados en adentrarnos todavía más en la barbarie. Es culpa de un Gobierno miserable –que conste que me dan igual las siglas– y de una sociedad pasiva. No podemos quedarnos quietos, es preciso ABOLIR EL ABORTO. Como se hizo con la esclavitud en su momento, no se trata de algo de menor trascendencia.
Se trata de una tarea heroica, que implica el compromiso de todos los ciudadanos dispuestos a luchar por lo que es justo y contra lo que es inmoral. Juan Manuel de Prada lo ha expuesto muy bien, y a sus palabras me remito.
3 comentarios:
También yo me manifesté ese día. Y tampoco he tenido tiempo de referirme a ello en mi blog. La portada de ABC hoy es muy significativa: parafraseando a la ministra Aído, hablan de "curiosa tutela" de los derechos del no nacido. Tienes razón cuando dices que se trata de un fenómeno tanto más preocupante cuanto mayor es la costumbre establecida. Una mentalidad progresista ha de procurar desterrar el aborto tal y como se hizo -al menos, en el discurso y la praxis oficial- con la esclavitud o con la experimentación con seres humanos. Sin embargo, la postura de los partidos españoles ante el aborto es un síntoma (más) de la banalización de la política. Doble motivo, pues, para que no nos pase desapercibido.
Se trata, efectivamente, de una tarea titánica, porque hay una aceptación social del aborto desde hace mucho tiempo. Imagínate que ahora la derecha defiende la ley que hace años quiso imponer la izquierda. Y estos dos partidos abortistas siguen recibiendo los votos de la mayoría del electorado. En este momento no hay un solo parlamentario que defienda la vida por encima de los intereses de su partido. Y los políticos están ahí, donde los ciudadanos los han colocado. De manera que pedir la abolición del aborto es como gritar en el desierto…
El panorama es negro, sí, pero hablamos de un cambio de envergadura histórica, que no se logrará sin dolor y sacrificio. Pensemos que aún no se ha tocado fondo, la cosa va a ir a peor, y si no nos enfrentamos, uno por uno, a este escándalo, seremos culpables de lo que pase. Todo silencio es cómplice, toda palabra no dicha es una oportunidad perdida...
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