Todos lo esperábamos con ansia. Esta joven ministra, sensible y moderna, educada en un colegio de monjas, iba a dar el paso valiente que hacía falta: promover una ley que prohibiera el aborto. Se había dado cuenta de que el grito de los no nacidos y su sangre derramada en matanzas siniestras constituían una situación insostenible. No se podía permitir que unas madres, por angustiadas que estuviesen, llevaran a su hijo más indefenso al carnicero para que lo hiciese trizas; ya se buscarían otras formas, costase lo que costase, para paliar esa angustia, pero no a costa de la sangre de otros. Por fin una mujer progresista iba a decir sí a la vida, sí a la persona, sí al derecho a nacer y a probar el aroma del aire. Habían muerto muchos mientras tanto, nos habíamos embrutecido hasta extremos inimaginables, se estaba poniendo en peligro la supervivencia de nuestra sociedad. Pero con ella la pesadilla terminaba, se nos devolvía la esperanza.
O eso quisiera haber escrito.
10 comentarios:
Como no tengo ganas de amargarme el viernes noche ni de escribir la larga lista de improperios que me sugiere la susodicha, os deseo a todos un magnífico fin de semana.
Está bien soñar eso, yo tmb lo sueño porque, aunque convencida simpatizante socialista, no estoy de acuerdo con el aborto.
Sin embargo, aunque te hubiese gustado escribir eso, tienes que ser consciente de que para escribirlo, la ministra deberia haber hecho lo contrario de lo que quiere la sociedad.
Asumámolo, en su programa electoral no estaba prohibir el aborto, y su programa es el que han votado la mayoria de los españoles.
No puedo asumir el argumento, Martucky, porque en el programa del PSOE no se decía nada del aborto, así que no fue tenido en cuenta a la hora de votar -aunque por mí sí, porque sabía que vendría, igual que la eutanasia...-.
Sería necesario que nos diéramos cuenta de que el aborto no es un problema más, sino que es lo más grave que ocurre entre nosotros, síntoma de una degradación profunda de nuestra sociedad.
Recién llegada de mi periplo "estambuleño" me encuentro con una muy agitada vida política y social, más si cabe que hace una semana.
Acabo de leer el artículo de JM de Prada del aborto, y expresa justamente los pensamientos sobre los que yo he reflexionado en estos días, sobre la libertad humana, y el ejercico de esa libertad, que nos puede hacer más o menos humanos, y creo que en nuestra sociedad vamos camino de perder la humanidad, porque paulatinamente se está perdiendo la conciencia de los propios actos y de sus consecuencias.
Empieza un nuevo curso y creo que no nos queda más que "pertrecharnos con las armas de la Luz" para seguir avanzando en este camino que se hace un poco angosto pero en el que siempre nos queda la esperanza de la Libertad.
Bravo!
Bienvenida Martilla,
Tengo muchas ganas de que nos veamos, de que nos enseñes las fotos, nos cuentes todo sobre el viaje y nos comamos los dulces turcos antes de que se pongan pochos.
Muchos besitos.
Querido profesor,
espero que pronto nos vuelva ha regalar una de sus entradas en este ilustre blog, porque ya echo de menos alguna novedad...
pero esto no es para meter presión ni nada eh?
Es cierto, estoy muy descuidado...
Dando una vuelta por inet, me encuentro con usted, querido colega, más que colega, . Haberle encontrado en la vida ha sido uno de esos regalos de la providencia que justifican haber estado en Jaén. Mi admiración y agradecimiento es supina. Por cierto no he leido su manuscrito de poesía premiado en la Universidad, conmparta poesía.
Es que es muy fuerte, querido sinretorno (te lo pasaré de extranjis).
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