martes, 19 de febrero de 2008

Manipulación


Ayer asistí a una conferencia de Don Alfonso López Quintás titulada «La manipulación a través del lenguaje». Hace casi veinte años que leo sus trabajos, y ayer no dijo nada nuevo, pero siempre enriquece ver y oír a las personas en vivo.

Trataré de resumir sus ideas fundamentales acerca de la manipulación, que por cierto nos envuelve. En primer lugar, manipular es degradar a la persona desde su nivel propio hasta el de los objetos, con menoscabo por tanto del respeto que merece su dignidad. Se manipula para obtener algo, es decir, se utiliza a la persona como un medio, y lo hacen aquellos que pretenden vencer sin convencer, utilizando alguna forma de seducción que ignore la inteligencia o la razón. En cuanto a los trucos de prestidigitador que emplea el manipulador para alcanzar sus fines, son muchos, pero cuando se trata del lenguaje, hay que estar muy atento al uso de hace de «palabras talismán», esas que están especialmente prestigiadas en la sociedad –como libertad o autonomía–, y sus antagónicas, así como los esquemas mentales y dilemas que artificiosamente es capaz de inculcar. Un ejemplo claro de manipulación es hacer campaña a favor del aborto alegando «la libertad de disposición de la mujer sobre su cuerpo». La presencia del término libertad prestigia la frase y hace muy difícil combatirla; la idea de que la mujer tiene un cuerpo, en lugar de afirmar que es corpórea, la cosifica.

La manipulación que empapa tantos campos de nuestra sociedad, no sólo el político, es tremendamente peligrosa y reductora. Es preciso estar alerta, pensar bien, y no permitir los intentos de manipulación que podamos detectar. Cuando se admite el primer argumento del manipulador, se cae en su red y ya es muy difícil plantear los propios razonamientos.

Recomiendo mucho leer a López Quintás; en mi caso ha sido decisivo para comprender multitud de cosas del mundo en que vivimos. Aquí podéis encontrar varios artículos suyos on-line.

4 comentarios:

laura dijo...

Pues sí, que se lo digan a la primera.

Ya veremos cómo nos venden el próximo cara a cara Zp-Rajoy. A mi en campaña electoral es que me dan ganas de tirar la tele por la ventana.

Stepario dijo...

Se supone que los candidatos ya se saben los trucos y no perderán el debate por sudar, como Nixon.

Aunque a lo mejor, como en Los Simpson, rodean a Rajoy con una orla infernal.

Mamá dijo...

¿Y no os dais cuenta de que ya no es violencia de género sino violencia machista? Y eso que tampoco me gustaba a mi mucho eso de violencia de género. ES violencia, y punto. Pero a estos les encantan acuñar términos para luego poder arrojártelos a la cara: "¡Señor Rajoy, es usted un machista!" Y todo el mundo pensando en la última mujer muerta a manos de un machista...

Si es que no dan puntada sin hilo.

Stepario dijo...

Bien visto, Conso. Lo malo es la rapidez con la que asimilamos los nuevos conceptos, que condicionan nuestra forma de pensar. Lo de violencia machista tiene muchas consecuencias: excluye a las parejas homosexuales, que proporcionalmente parecen ser más conflictivas que las otras; impide que se indaguen las verdaderas razones de la violencia, que son de lo más variopintas, porque con el machismo ya se tiene una respuesta fácil; se culpa a una mentalidad tradicional o antigua, con lo que se impide encontrar las raíces de la violencia en algo que tenga que ver con el mundo moderno y progre (aunque cada vez haya más)...

Esto es sólo la punta del iceberg.