Estoy viendo el concierto de Año Nuevo, desde la Sala Dorada de la Musikverein, en Viena. Laura y yo estuvimos allí hace unos meses y oímos piezas de Mozart. Es una manera alegre, refinada y elegante de empezar esta nueva andadura. Espiritual, incluso, porque el espíritu también puede ser alegre, refinado y elegante. Me atrevería a decir que incluso está hecho para eso. A ver si lo conseguimos durante este año.
¡Feliz 2008 a todos!
¡Feliz 2008 a todos!
1 comentario:
Sí, pero en junio la Sala no tenía el adorno floral que tiene hoy, qué bonito es, y qué energía tiene el director a sus 83 años, envidiable.
Feliz año!
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