Si el cine español no saca mucho provecho de la Guerra de la Independencia, no digamos de nuestra edad de oro, los reinados de Carlos I –V de Alemania– y Felipe II. Recuerdo alguna vieja película, “Jeromín” de Luis Lucia, que idealizaba la infancia de Don Juan de Austria, llena de sentimientos enaltecedores del valor, el sacrificio y el amor a la patria –algunos dirían que directamente fascistas–; y no me viene a la cabeza mucho más. Sobre la conquista de Ámerica, hay alguna película, pero volcada sobre sus aspectos más sórdidos, como “El dorado” –muy lejos de “La Araucana”–.
Pero si salimos de España, nos encontramos con referencias no precisamente benévolas con España. El cine de habla inglesa no es dado a recordar nuestras gloriosas gestas, sino que prefiere los esporádicos fracasos de ese periodo, haciéndolos aún más sonoros. Está ahora en los cines “Elizabeth. La edad de oro”, en la que España y su rey, con el episodio de la Armada Invencible, quedan ridiculizados (lamentable es que encima un español se haya prestado a interpretar para esta humillación). No es cosa nueva, ya Errol Flynn hundía a toda la flota española con sus cabriolas en el clásico “El halcón del mar”.
Además, como la leyenda negra nos la creemos, y encima nos gusta, elegimos hacer películas ambientadas en los momentos llamados de decadencia. He ahí la reciente “Alatriste”, con buen vestuario y fotografía, pero con un guión de cortar y pegar, lleno de anacronismos ideológicos, reflejo de los prejuicios del autor de la novela. Se repite, como tantas veces en nuestro tiempo, el dicho de Einstein sobre la perfección de medios y la confusión de fines.
Seguiré, me temo, lamentando que no se hagan buenas y fieles películas sobre Pavía –algo parecido explora, en plan muermo, Ermano Olmi en “El oficio de las armas”-, San Quintín, Lepanto o Mühlberg; y las hazañas de Cortés, Pizarro, Elcano o Balboa en América merecen ser llevadas al cine con dignidad, y no como la historia de locura de “Aguirre o la cólera de Dios”. Me quedaré con las ganas, porque todo esto es políticamente incorrecto, pero mira qué bien lo hacen los ingleses con “Master and commander”, por ejemplo. Ah, que la hicieron australianos. Pues que se encarguen ellos (Mel Gibson, espero que leas este blog).
9 comentarios:
Es que Felipe II no es español, es catalán.
Non confundar.
No me recuerdes “Alatriste”, que todavía me estoy acordando de Eduardo Noriega intentando interpretar al Duque de Guadalmedina, y de Blanca Portillo como Fray Emilio Bocanegra. Que digo yo, muy femenina no es la mujer, muy guapa tampoco, pero, ¿no habría actores en el mundo para hacer de fraile para que nos la tuvieran que poner a ella? Igual es que no había, o igual es que le habían prometido un papel y no encajaba en ningún otro, vaya usted a saber.
D. Ángel, me desconcierta.
Laura, es que el fraile ese tenía que parecer un bicho.
Deja, deja, que ya tenemos a todo el cine español haciendo pelis de la guerra civil y la posguerra y poniendo a caer de un burro a los malos malísimos que iban a misa. Si es que ya se sabe, no hay verdad más verdadera que la mentira que repites una y otra vez hasta hacerla realidad. Y como en el cine español nadie se atreve a hacer una peli de los malos oficiales en la que se refleje que los malos no eran tan malos, sino que pueden ser hasta todo lo contrario... pues así nos va.
¿Le desconcierto?
Piense detenidamente en Jordi Mollá y no me hable de usted, que me rejuvenece.
Vale, ahora lo entiendo, ya estaba sacando el árbol genealógico de Felipe II
Conso, la mentira repetida una y otra vez no se hace realidad, se hace bola. Y hay que escupirla o tragársela (escupir está feo, puede ofender).
D. Ángel, a partir de ahora te tuteo.
Laura, nos hemos caído del guindo.
A propósito de este tema, y antes de pasar a otra cosa, me he enterado de que ha salido un libro, "El día que España derrotó a Inglaterra", de Pablo Victoria, en Áltera, que narra la fabulosa victoria de una pequeña escuadra española comandada por Blas de Lezo, sobre una impresionante flota inglesa frente a las costas de Cartagena de Indias, en 1741. Para ser más concretos, 6 navíos derrotaron a 180. ¿Alguien sabía algo de esto? ¿Y tú, Mel?
Pues yo no lo sabía, pero tanto interés y estando los Reyes tan cerca...Creo que vas a tener que ir escribiendo tu carta.
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