No ha empezado bien el año, quizá por eso se me olvidó felicitar, me olvidé del blog, porque no sabía si callar o decir lo que pensaba en muchas palabras. Elijo ahora esto último, porque clama al cielo tanto atentado. Atentados contra las personas, a las que siegan sus vidas sin importar quiénes son, sus proyectos e ilusiones, sus novias y trabajos, sus angustias y alegrías. Atentados contra la verdad, cuando se hace creer que todo mal es accidente, que la voluntad humana puede no estar emponzoñada de odio, que el delito es casualidad mal avenida. Atentados contra el sentido común, extrayendo consecuencias absurdas como que el culpable de todo es quien no quiere tomar café con asesinos, que los que exigen antes de nada libertad son enemigos de la paz, que la democracia se construye sobre la cesión de sus principios fundantes. Atentados contra el lenguaje, llamando lucha a lo que es crimen, paz a lo que es rendición, unidad a lo que es totalitarismo. Estoy harto de los terroristas, pero también de los gobernantes que les hacen el caldo gordo. Quisiera que España entera se levantase contra tanto terror, y que a su cabeza se pusieran mujeres valientes como Gotzone Mora, Rosa Díez y María San Gil. Basta ya de muerte, odio y mentira. El terrorista a la cárcel, y el que le ponga las cosas fáciles, pues también.
jueves, 11 de enero de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Anímese hombre tranquilo, sus alumnos y Dios son sus espectadores, no está mal.Siga con el blog, aunque sabiendo de u capacidad política y de trabajo, imagino que tiene poco tiempo. Hablenos de películas.
Publicar un comentario